La resiliencia es la clave para los emprendedores y para afrontar la crisis a la que estamos sometidos que dura ya muchos meses. Entendemos por resiliencia la capacidad de adaptación de los seres vivos ante un agente perturbador o un estado de situación adversos. Parece fácil de entender aunque no siempre es fácil de poner en práctica.
La expansión de la COVID-19 a lo largo del planeta ha puesto patas arriba el tejido empresarial, sobre todo, ha afectado en gran medida a los pequeños negocios. Como en todas las crisis, siempre hay algo que aprender de ellas. En ese punto se encuentran las oportunidades.
En el análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades) de cualquier plan empresarial podríamos incluir la resiliencia como parte de las fortalezas. Porque sin duda ser resiliente es una fortaleza. Una fortaleza que podemos entrenar y mejorar para sobrellevar los peores momentos.
Ante esta etapa tan convulsa de cambios, el célebre médico Mario Alonso Puig recomienda que la capacidad de adaptación es clave. Una idea que da continuidad a la teoría de Charles Darwin «no es el individuo más fuerte de la especie el que sobrevive, tampoco es el más inteligente. El que perdura es aquel que es más adaptable al cambio».
Y en este sentido no es lo mismo la supervivencia que la adaptación. Hay que pasar de la supervivencia que es una actitud pasiva que implica dejarse llevar a la adaptación que supone un esfuerzo. Ese esfuerzo es vital para poner en marcha nuestra creatividad y dar el salto hacia lo desconocido. Ese esfuerzo radica en activar nuestras capacidades reales hacia la nueva realidad.
Atreverse a asumir riesgos y salir de la zona de confort es parte del plan de una empresa o persona resiliente. Para salir con éxito de las crisis hay que realizar un nuevo plan de negocio. Que incluya objetivos flexibles y que creen valor empresarial. Y que den una vuelta a los planes tradicionales para reconvertirse en soluciones a las necesidades actuales.
Siguiendo con el gran especialista en desarrollo personal como es Mario Alonso Puig, traemos aquí sus palabras en las que asevera que «para ser emprendedor importa mucho más la resiliencia que tener talento». En una entrevista que le hicieron en la revista Emprendedores, Alonso Puig señala que lo que debe prevalecer en el emprendimiento es la ilusión por encima del miedo. Profundiza en esta idea y recomienda mantener los miedos a raya porque si nos supera tomará un papel predominante en nuestra vida: «La clave está en saber qué papel juega el miedo en nuestras vidas. Si es la emoción que nos domina, se convierte en pánico y es capaz de bloquear. Cuando una persona quiere emprender como una forma más o menos sutil de huida, entonces el miedo toma el papel predominante. Lo que mantiene viva la ilusión en el duro camino de crear una empresa es un verdadero sentido del propósito. Estar centrado en algo que ayude no sólo a uno mismo como emprendedor, sino a muchas otras personas: todo tiene que tener un sentido trascendental.
Desde Caligrama Comunicación secundamos las palabras de este gran profesional y recomendamos, pues, no decaer en el intento. Ser emprendedor en tiempos de crisis supone salir de la zona de confort y arriesgar. Pero ya se sabe que el que no arriesga, no gana. Que no sea por ganas. Hay que intentarlo, al menos. Animamos a los pequeños negocios, autónomos y pymes a que no desesperen y entrenen la resiliencia. Nos será de gran ayuda para los momentos en los que caigamos en la apatía y la desmotivación. Y será el impulso para seguir mirando hacia futuro con esperanza.